Muchas veces nos encontramos en situaciones de vida algo difíciles y además tenemos que enfrentar a personas que sólo están pendientes de juzgarnos en función de la mera apariencia, sin siquiera detenerse a pensar si su juicio es adecuado o no. Este cuento, pretende ser un ejemplo de lo que hablo... espero que les guste.
Lecciones
de Vida
Por:
Arturo Pérez Arteaga:.
Me sorprendió verlo caminando con su paso acelerado por esa
calle solitaria después de tantos años, precisamente a él, a quien en alguna
época consideré mi antagonista y al que nunca había visto sino deslizarse por
el mundo en suntuosos vehículos de moda. Lo contemplé por unos segundos con una
mezcla de sorpresa, desconcierto y una pizca de mezquina satisfacción, acerqué
mi auto a la acera y sin siquiera saludarlo le dije que ya estaba viejo, bastante
acabado, a lo que de inmediato me respondió: “¿ves lo que tengo en mis manos?”.
No pude distinguir en ellas más que unas copias bastante gastadas de lo que
supuse eran libros viejos, así se lo dije, la segunda respuesta no se hizo
esperar: “mientras veas en mis manos uno de estos nunca estaré ni acabado ni
vencido” y sin disminuir su paso se alejó de mí.
-APA-
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