De la Vida Misma
Por:
Arturo Pérez Arteaga :.
Luego de
varios años de matrimonio, juntitos como llaves en un llavero, Eduardo y
Romelia debieron separarse por un viaje de negocios.
Cada día al
llegar a la habitación del hotel, Eduardo, valiéndose de las redes sociales,
remitía un mensaje al grupo familiar diciéndoles cuanto los extrañaba y recibiendo
casi de inmediato la retroalimentación de Romelia con un mensaje institucional,
además de las ocurrentes respuestas de sus hijos, su madre, su padre, hermanos,
cuñadas y hasta su suegra.
Casi una
semana después de estar fuera de casa, siguiendo su costumbre, remitió un
mensaje de rutina al grupo y además, le escribió uno privado, mucho más
explícito y sexual a Romelia donde le hablaba de su intimidad y lo que le haría
si estuviese allí con él. Romelia, en la privacidad de su habitación, con la
libertad que le dan un teléfono inteligente y el no llevar pantaletas, adoptó
una posición de yoga y se dispuso a fotografiar sus partes más íntimas,
contempló por un instante la imagen, se
sonrojó y sin pensarlo dos veces,
remitió un mensaje con la foto y una leyenda también picante para que le
sirviera de consuelo a su amante esposo mientras durara su ausencia.
El texto de vuelta no se hizo esperar y Romelia al revisarlo alcanzó a leer una nota de su madre que decía: “Romelia Coromoto, ¿qué vaina es esta?”.
El texto de vuelta no se hizo esperar y Romelia al revisarlo alcanzó a leer una nota de su madre que decía: “Romelia Coromoto, ¿qué vaina es esta?”.
APA:.
Sorpresas te da la red.
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