La
Caperucita Erótica
Por: Arturo Pérez Arteaga :.
Este cuento apareció por primera vez en la revista Novilunio (Revista Literaria de los Colectivos de Cabimas) y debo decir, demás incautos amantes de las letras, de mi amigo Andrés Rojas.
La primera vez que la vi fue
de manera fugaz y me pareció una mujer muy hermosa, como salida de un cuento de
hadas, no sólo por su belleza sino también por su tamaño, imagino que por esa
razón y al desconocer su nombre la llamé caperucita, y además porque pulgarcita
me pareció poco agraciado.
Luego, por esas cosas de la
vida y el destino, me la tropezaba en cada lado, pero invariablemente, cuando intentaba
acercarme, caperucita era abordada por alguien más, se retiraba antes de
percatarme o se ocupaba en algo que parecía muy importante, en fin, me dejaba
con las ganas de al menos escuchar su voz.
Un buen día, asistí a un
encuentro literario con poetas de verdad, de esos que viven utopías y sueñan
imágenes que nos muestran a través de la palabra. Para mi sorpresa pude
distinguir dentro del grupo de poetas a caperucita y me emocionó el hecho de
que al menos esta vez podría escucharla.
El evento comenzó, Pedro nos
leyó poesía subversiva, si cabe el término, Laura nos habló de una hermosa
comunión entre el amor y el agua, le llegaba el turno a caperucita, todos mis
sentidos estaban prestos a escucharla. Nos leyó un poema, de esos que llaman
eróticos, luego otro y otro más. Al terminar su intervención me levanté rápidamente
de mi asiento y en un impulso instintivo, casi animal, me fui corriendo de ese
lugar, pensando: “No, que va, a esa mujer no me le acerco ni en juego, porque
si así escribe, no me quiero imaginar lo que me haría si le doy la menor oportunidad”.
APA:.
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